Pionerismo, confiabilidad y excelencia en el corretaje de granos

Partimos del encuentro de dos socios operadores y un socio inversor que pretendían ofrecer un servicio de intermediación de granos con total calidad y confiabilidad fuera de São Paulo, estado que concentra las principales empresas del sector en el país. Así que en una oficina provisional en la Región Metropolitana de Curitiba, en Paraná, con sólo cuatro líneas telefónicas y muchas ganas de hacerlo realidad, nació la empresa Granopar.

A partir de entonces, con el traslado de la sede a la capital de Paraná, con foco en el corretaje de maíz, que era el “buque insignia” en ese momento, además de mucho trabajo, contactos, visitas, viajes y eventos, comenzaron los resultados a aparecer.

Por eso, con el paso de los años, también incorporamos a nuestro portafolio la soja (salvado y aceite) y el trigo, siguiendo el incremento de su producción en todo el territorio nacional, hasta convertirse en el grano estrella del mercado de intermediación.

La llegada del nuevo siglo también abrió nuevas oportunidades para la profesionalización y expansión de Granopar en el mercado. Fue una época de reinvención que comenzó con el fortalecimiento del liderazgo de los socios Jairo Cesar Ditzel y Wanderley Tadeu Wiestel. Sin embargo, con el tiempo ganó aún más fuerza, agilidad y seguridad con el uso de Internet, los sistemas de información y los nuevos canales de comunicación, como las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea.

Expandimos nuestra operación a otras regiones de Brasil e iniciamos operaciones de exportación con sede en Ginebra, Suiza. Además, también abrimos nuestra propia sede en Curitiba e invertimos en la adquisición de nuevas tecnologías combinadas con la contratación de operadores y analistas. Todo ello con el objetivo de estar siempre a la vanguardia, ampliar nuestra pericia y suministrar a nuestros clientes información y tendencias del mercado para realizar las mejores transacciones en commodities agrícolas.